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REDMONTAÑAS TE DA LA BIENVENIDA
Sin duda no estás en esta página por casualidad. Probablemente has llegado hasta aquí porque las montañas te importan y te preocupan, aunque tus razones para ello pueden ser de índole muy diversa.
A través de los iconos de esta sección, y bajo la forma de una pequeña exposición simbólica de imágenes y conceptos, RedMontañas ha tratado de sintetizar algunos de los valores clave de las montañas españolas.
Pero las montañas encierran otros valores, muchos de ellos intangibles y por lo tanto de difícil objetivación. Sin embargo, se trata de valores –a veces personales, a veces colectivos- identificados y buscados por una gran parte de la sociedad, que demanda la preservación de las montañas como espacio para la experiencia vital y emocional, el aprendizaje y el descubrimiento, el desarrollo del individuo.
Como escenarios para la vida y el trabajo, oportunidades para el estudio y la investigación, teatros para la creación artística y el ejercicio de la cultura. Para muchos de nosotros el valor a preservar es, sencillamente, la propia integridad de las montañas y la continuidad de las especies que las habitan.
Seguro que te identificas con alguno de estos valores, y tal vez puedes sumar algunos propios. Por eso te importan las montañas.
De nuevo, RedMontañas te da la bienvenida.
Esta página es para ti.
Agua: La mayor parte de los recursos hídricos del territorio español dependen directa o indirectamente de las áreas de montaña. Por esta razón, tanto el estado de conservación de las montañas como lo que en ellas suceda es importante para la cantidad y calidad del agua en la totalidad de la cuenca hidrográfica afectada.
Bosques: Los bosques de montaña favorecen la recarga de los acuíferos, regulan la escorrentía, constituyen el hábitat de multitud de especies y contribuyen a la seguridad humana en los valles y al bienestar de la sociedad, proporcionando recursos renovables y una multitud de beneficios adicionales, entre los que se cuenta su papel como sumidero de CO2.
Biodiversidad: En las áreas de montaña se dan cita una gran diversidad de especies y ecosistemas exclusivos de estos ambientes, incluyendo numerosos endemismos. Cada una de estas especies tiene una función precisa en el equilibrio natural. Además, muchas de estas especies son sumamente sensibles a los cambios climáticos y de origen humano, lo que las confiere un notable carácter bioindicador.
Gentes: Las gentes que habitan los valles de montaña son, a menudo, las únicas depositarias de prácticas y técnicas todavía útiles para enfocar un futuro sostenible para estas zonas. En otros casos, son la clave de nuevas soluciones y modos de vida capaces de conservar y mejorar el patrimonio heredado, garantizando una presencia humana en equilibrio con los valores naturales.
Culturas: El vasto patrimonio cultural todavía presente en las áreas de montaña refleja la gran variedad de estrategias a través de las cuales los antiguos pobladores fueron capaces de sobrevivir amoldándose a un medio difícil, manejando el entorno sin degradarlo y controlando un gran número de factores de riesgo. Por eso, estos modelos nos aportan hoy día claves y enseñanzas para la sostenibilidad.
Paisajes: Las montañas españolas constituyen todavía una magnífica reserva de paisajes naturales de formidable calidad y valor, escenarios para el recreo y el descanso, y espacios para el reequilibrio espiritual que nos aportan calma y soledad, favorecen la contemplación y permiten la vivencia y evocación de lo inalterado.