Hace algunos meses se desató una importante polémica en algunas regiones españolas, ante la aplicación de tratamientos aéreos para controlar a la procesionaria del pino. Los científicos opinan que no debe hacerse este tipo de tratamientos desde el aire, salvo donde exista una amenaza clara y directa a la salud humana.

 

¿Qué debe hacerse con la procesionaria del pino, si es que debe hacerse algo? La respuesta de los científicos es sencilla: en general, y salvo en aquellos sitios donde represente una amenaza clara y directa a la salud humana, no deben efectuarse tratamientos. La razón es que la procesionaria no es una plaga, sino un componente más del sistema.

 

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